Luna es una niña autista que le cuesta controlar y mostrar sus emociones, es por eso que las expresa mediante palos de diferentes colores, por lo que siempre los lleva encima, como su propio equipaje. Cuando una niña la empuja, Luna se enfada y para tranquilizarse, se toca su botón de pausa; otra compañera trata de calmarla y de contagiarle su alegría.